martes, 21 de enero de 2014

Cursa de Sant Antoni ¿Fracaso o éxito?





No conseguí hacer los 10. Sólo completé la primera vuelta de la carrera (5Km) de Sant Antoni. Fue una carrera dolorosa y frustante bajo la lluvia que hoy intento reintrepretar como lección de vida.


Mi mente no paraba de decirme "no puedes más" "no lo conseguirás"... Fue una lucha constante contra todas mis creencias limitantes: "eres una débil" "tú no vales para esto" "tú no aguantas el dolor"... Corría mientras e intentaba acallar esos pensamientos negativos con todas las técnicas que conozco.

Al poco de empezar (un kilómetro?) hube de parar. Mis píes se pararon. Necesitaba aire,  conseguir bajar mi ritmo cardiáco... dejar de sentirme ahogada, con la sensación de que el aire no llega a los pulmones... Volví a correr pero un kilómetro más tarde mis pies de nuevo (¿funcionan solos?) bajaron el ritmo hasta llegar al paso... Caminé una o dos travesías y me sentí una tramposa.¿Qué hacía allí? Desde luego, ésta era la última, este deporte no era para mí, ¿y cuál? es que todo lo dejas... no tienes voluntad...

Y claro, así no conseguí hacer ni los diez, ni los cinco de una tirada. Y eso me dolía en el alma, o en el orgullo. ¡Yo ya había hecho una carrera de 6.7 sin parar! Me sentía fatal, lo viví como una dura derrota personal. Y por la tarde la pelota fue creciendo y creciendo... Al final, no valía para nada. 

Sin embargo, ya un poquito anoche y, definitivamente esta mañana, he rescrito la vivencia o, mejor dicho, la valoración de lo vivido.

Ayer recorrí cinco Km de la carrera de Sant Antoni (10Km) ... mayoritariamente corriendo y con algún tramo caminando. Sí es verdad, es muy poca cosa, más bien un fracaso... pero yo  a principios de septiembre apenas duraba una manzana corriendo. Además, llevaba una semana sintiéndome mal, como si me rondara una gripe...  ¡Y encima llovía a cántaros!  

Y yo nunca antes hubiera aguantado  viendo cómo yo era de las cuatro últimas personas de la carrera. Me hubiera arrinconado a llorar en una esquina de impotencia, de vergüenza... Me hubiera rendido... Pero decidí seguir hasta la primera llegada, Km 5. Vencí mi víctima. Claro que eso, ¡no lo he visto hasta hoy!

Ayer esa carrera fue un fracaso. Hoy, un éxito. Quiero agradecer a mi amiga y "entrenadora particular" Belén Garí todo su apoyo. Me despidió y me recibió con una sonrisa. Se ofreció a hacerme de liebre en la segunda vuelta, pero yo no quise, estaba muy al límite. Su generosidad y altruismo bien valieron mi intento. Para ella fue esta carrera y este escrito.

martes, 14 de enero de 2014

Presente pasado y FUTURO de un beso




sólo este tiempo es cierto
el del beso que te doy
ahora, aquí,
en este instante

beso que vivirá muerto mañana
convertido en otro beso
no este tuyo, ni el mío,
ni el de aquel  que nos mira
sino en el beso recordado,
pasado en el FUTURO



lunes, 6 de enero de 2014

Día de Reyes



Me acuerdo hoy madre de ti. De mí. De las noches y días de Reyes. No recuerdo tan bien a la niña de esta foto feliz con su muñeca, como a la adolescente frustrada,  indignada, enfadada  porque no había tenido lo que esperaba. Atrás habían quedado ya esta niña de la foto y sus muñecas. Yo estaba a disgusto conmigo y con la vida. Tu sonrisa amorosa y tu ternura yo ya no las percibía... Tú tenías que cocinar para tropecientos y aunque cocinar te gustaba ese día te irritaba. Yo ya no pedía muñecas bebé, que de nuevas tenían un aroma dulzón de rosas o azahar... aquel aroma había desaparecido de nuestro comedor, donde dejábamos los obsequios.

Mamá, hoy una de mis hijas no ha recibido nada de su agrado y me he sentido triste por ella, y por mí y por ti. Entiendo cómo se siente... entiendo cómo debiste sentirte. Perdona,  mami. De todas maneras, nunca perdí la ilusión de este día y sé que mucho, muchísimo, te lo debo a ti. Hoy te regalo estas letras y recojo esta foto donde estás tan bella como te recuerdo. Y como eras. Anoche, Noche de Reyes, ya lo dejé todo preparado; los regalos envueltos y la comida a punto, para no estresarme y dedicarme a vivir este día.

Te quiero mamá.