He perdido la cuenta
de las lunas
he perdido la cuenta
de las mareas
de cuántas veces nos rendimos
desesperanzados
de cuántas
cedimos a la voluntad
de nuestros labios.
Y es que siempre he sido
una mujer de letras...
Será por eso tal vez
que llevo clara la cuenta
del último estremecimiento
que causaron dos palabras