domingo, 20 de febrero de 2011

"BIUTIFUL"de Iñárritu

Biutiful, es todo lo contrario de “Vicky, Cristina, BCN”. Biutiful no es una campaña publicitaria de BCN. La película de Iñárritu retrata una Barcelona desgraciadamente mucho más real que la de Woody Allen, que daba grima por lo edulcorada y bonita. La Barcelona de Biutiful es de todo menos, "beautiful", bonita. Barcelona, como la ciudad de Guernica del cuadro de Picasso, es en la película del director mexicano, un paisaje desolador, una realidad sangrante, horripilante, gris, negra, apestosa, heladora… Es una ciudad fea. Y sin embargo, Biutiful es una joya, una obra de arte. Iñárritu, como Picasso en el Guernika, o como Baudelaire en Las flores del mal sabe crear belleza de la fealdad.

Los actores, protagonistas y secundarios, hacen unas interpretaciones impecables: Javier Bardem, Maricel Álvarez, Eduard Fernández… Todos de sobresaliente. Maricel, que borda el papel de una enferma bipolar, ha sido un gran descubrimiento para mí. Argumento, tema, diálogos, fotografía llena de metáforas, música… Escenas que son pura metáfora: los cuerpos sin vida en la orilla de la playa del Port Olímpic como cetáceos que la marea trae a la orilla (que vemos en un rápido traveling en fotogramas anteriores) y, al fondo, el pez gigante y reluciente del escultor Frank Gahry. Perfecto encuadre. Todo encaja, todo atrae, todo conmueve… No me sobró nada y había mucho. Porque esa película no sólo habla de mi ciudad y de alguna de sus gentes… Esa película habla de otros mundos, reales e irreales; de otras ciudades; de otras gentes; de otras lenguas… Habla del planeta tierra; de la globalización y del individuo frente a ella. Esa película habla de mí, del YO, y del OTRO; del primero y del tercer mundo enfrentados y de la mano; del hombre y la mujer; de sanos y enfermos, y muertos y vivos… y del diálogo que a veces se intenta mantener, de la cuerda floja que nos une y que estiramos y estiramos y que, a veces, se rompe. Pero en la película de Iñárritu, no; todo queda bien atado; el círculo se cierra al final de la película. Como en la vida, todo vuelve al origen, al universo, con la muerte. Al silencio, a la paz.

Yo, sé que volveré a verla. Como con Amores perros o Babel (aún no he visto 21 Gramos), una vez no es suficiente. Os dejo con el triler oficial y la banda sonora. Que lo disfrutéis.





5 comentarios:

  1. Mi niña que te contraten, porque con tú comentario dan ganas de ir a verla, se nota que te gustó, y que sentiste con ella, lo dicen tus palabras, y el fondo de ellas.

    Petonets lluviosos en esta ciudad nuestra, en la que hay de todo, y en lo que todo, tiene cabida.

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  2. Me has metido el gusanillo. Iré a verla. Gracias amiguina por una detallada exposición de colorido, sensaciones, argumentos y personajes.
    Besinos, preciosa.

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  3. La tengo pendiente y ahora después de leerte me dan más ganas de verla. Todas las que citas las he visto, 21 gramos dos veces.

    Besos

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  4. La tengo pendiente. Quizás la vea en video.
    Un abrazo.

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  5. Tengo que verla. Tu post, me convenció.
    Muy buen crónica, ya te contaré que me pareció la película.
    Barcelona? Pues pronto la conoceréeee! te lo aseguro, porque si no me muero!!!!jajaj

    besotes

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