Ayer el día acabó mal. Sí, mira, hay Nochebuenas que acaban mal, a pesar de ser el día que es. Y me tocó a mí y me supo muy amargo el trago. Pero día nuevo es hoy ¿no? ¡Y encima Navidad! Así que le voy a poner buena cara que al fin y al cabo lo mío no es tan grave si miro para al resto del mundo, que hay que joderse cómo está el mundo. Y no hace falta irse a África (y que conste que no me olvido de ella... ¿cómo estarán esas madres a las que tanto admiro de Tanzania, de Ruanda, del Congo?) o a Haití o a Afganistán... que aquí está mi Raval querido y hasta mi elegante barrio, "Esquerra de l'Eixample" en plena crisis, con los bancos a revosar de indigentes pernoctando.
Volviendo al tema, ayer por la tarde le pedí permiso a nuestro entrañable Gus, director de orquesta de los jueveros, para colgar lo que aquí paso a dejaros... Porque no quería ofender a nadie y, menos a él, una persona que me anima tanto a escribir y que siempre está ahí para brindarme su escucha y su corazón. Pues Gus se lo leyó, le pareció bien y me dio permiso... Pero luego se me torcieron las cosas y se me fue el humor y... lo vi todo negrito , negrito, que vaya... que de blanca Navidad nada. Pero hoy, después de unas horas de sueño, con las pilas cargadas, aquí estoy de nuevo. Y pienso que esto puede provocar alguna sonrisa, así que aquí os lo dejo. ¿Vale? Añadir, que el villancico que ayer colgué también os lo dediqué a vosotros que tanto y tanto me habéis regalado este año (más o menos empecé por estas fechas el año pasado) con vuestros escritos y palabras. Y no se hable más; ahí va:
¡Por Dios! ¡Qué sueño! No sé si pesadilla o buen sueño… Veréis… resulta que he soñado ¡con todos vosotros!!!! Bueno, con unos más que con otros… Supongo que fue que dormí a trompicones atendiendo a mi hija Anna que ha pillado anginas. En fin… que os lo voy a contar, mis queridos amigos jueveros, y valga ésta como entrada de mi jueves, pues me gusta más que la de la ovejita que publiqué, nada convencida, el miércoles.
He soñado que andaba yo sola por la calle de una gran ciudad como es mi Barcelona natal, un tanto cabizbaja y arrastrando los pies y la vida, dándole a la cabeza con el “qué habré hecho yo para merecer esto”, a medianoche sería, cuando se me paraba un coche monísimo (no tengo ni idea de coches pero aquel era monísimo), un mini de un color blanco… pero blanco, cómo diría yo, no blanco nuclear, de ese inexistente… No, no, blanco como la piel de un oso polar, blanco piel de ovejita joven, de cachorro de labrador canela blanco… ¡bueno, ya! En eso, sigo, se me para el coche ese justito a mi lado y, al mismo tiempo, en toda esa calle inmensa por la que yo venía paseando, coches y personas se quedan paralizados, petrificados como figuritas de un pesebre. Me detengo yo, claro, y la puerta de la derecha del mini, que queda a mi izquierda, se abre y desde dentro una sonrisa amorosa, una voz serena y agradable me invita a subir. No acierto a distinguirle la cara pero mi curiosidad me puede y decido entrar. Cuando ya estoy en el coche distingo las facciones de quien me invita que es ni más ni menos que… ¡Alfredo! Chillo de alegría y sonrío y él sonríe y se pone a mirar al frente tras un escueto “Hola, Mar” .Y estoy tan feliz, tan pletórica, que decido por una vez en mi vida quedarme callada y disfrutar. Me digo que una nueva vida empieza hoy. En el coche suena esa canción que ha colgado Mónica estas Navidades en su blog y que me sigue a todas partes estos días… and so this is Christmas and what have you done?... Y tarareasr estas palabras y ver a Mónica alada en el retrovisor del mini todo es una. ¡Dios mío! Debo de estar en un sueño, sueño… Dios mío… quiero más, no permitas que despierte…
_ Alfredo, ¿estamos en un sueño, verdad ? Y ¿dónde transcurre? ¿En Castellón, en Zamora, en Córdoba,en Rosario, Montevideo…? ¿Dónde estamos? Estoy soñando, ¿verdad?
_¿Tú qué crees?
_Yo a estas alturas de mi vida, creo en todo Alfredo. Me lo creo todo.
_Pues estoy a tu lado y vamos a hacer un viaje maravilloso.
Y yo lo creo y veo a Mónica guiñarme el ojo izquierdo. Mónica luce un traje rojo pasión que le queda divino. A juego unos labios con un gloss también rojo, de lo más sexy; extiende sus alas con la misma alegría que su sonrisa. Su dedito índice derecho va apuntando no sé qué y yo miro hacia allí, al frente pero.. un momento… ¿dónde está la calzada?
_¡Alfredo! ¿Qué haces? ¡Para, para! ¡Que me voy a marear!
_ ¿Te notas mareada Mar?
_ No.
_ ¿Pues, entonces?
_Pero es que estamos... ¿volando?
_Y ¿No eres feliz?
_ Mucho.
_ Eso está muy bien.
_ Pues espera y verás. Y no te asustes, Alfredo conduce de maravilla…_ Me giro y son Maat, Lupe, y Tag que me hablan…
_¡Anda! ¿Vosotras también vais?_ No salgo de mi asombro.
_Pues claro, Mar. ¿Cómo nos lo íbamos a perder?
_¿Pero qué nos vamos a perder? ¿Es que sabéis adónde vamos? ¿De qué va todo esto?
__Mira, ¿ves ese puntito?_ Me señala Maat. Y Tag diciendo que sí, que mire, me obliga a girar la cabeza de nuevo hacia delante.
Y yo miro a lo lejos y sí algo veo, pero no sé de qué se trata. Instante, un instante después, una luz clarísima invade todo el coche y distingo entonces de dónde viene, de ese puntito que Mónica señalaba… Y cuando me giro hacia Alfredo para decirle que sí que lo veo, descubro ¡que tiene alas!!!! Son unas alas preciosas como el color de su pelo. Me hipnotiza su balanceo, cierro los ojos y me duermo… Sí, sueño que me duermo dentro de mi sueño. Hasta que Tag me despierta para decirme que ya hemos llegado y yo bajo adormecida… Un momento, quién me abre la puerta… No sé, no lo conozco, pero es alguien muy especial de tez dorada que va vestido muy elegantemente como un paje real… Me saluda con un gentil “Hola Mar”.
_ ¿Nos conocemos?
_Claro. Soy Yonki, el del barquito.
_¡Ah, cómo nunca te he visto la cara!
Y me coge en brazos y me sube a su barquito donde me deja en el suelo y seguimos por un río tranquilo de aguas color esmeralda, donde cisnes y patitos deleitan a los niños.
“Gastón te quieres estar quieto”, oigo y, claro, giro la cabeza de inmediato y a la derecha veo a Gastón haciendo de las suyas, empujando con fuerza un columpio que transporta a una muchachita que me recuerda a … un momento ¡es Vero!… Sí, sí ¡ahí está Verónica! Vero, grito… Pero nada ella dejándose columpiar, protestando pero contenta, no me escucha… Y desatienden los dos a sus respectivos rebaños, que Gastón y Vero son ¡cabreros!!!!!
Y cambio la dirección de la mirada y veo 7que hay mujeres que lavan en el río y cuando pasamos por delante de ellas nos saludan y entorno los ojos para discernir sus caras, todas con una sonrisa de bienvenida y salto y salto de alegría y Yonki me advierte que tenga cuidado, que nos hundiremos:
_¡Pero es que son ellas, Yonki! ¡Míralas! Son Carmen, Mari Carmen y Primavera, Inma, Ardillita, y Rosa… Y otras, todas cantando ese villancico que a mí tanto me gusta “Los peces” que no pasa de hoy, pienso en el sueño, que escriba en el blog una entrada respecto a ese villancico …_ Beben y beben…
Y claro, ya me lo advertía Yonki, que el barco se volcaría… y volcamos. ¡Qué fría estaba el agua! Por suerte Yonki se convertía en serpiente marina, en contacto con el agua del río, y yo me lo enroscaba a la cintura a manera de flotador tal cómo él me indicaba… Yonki me salva y me deja a la orilla, donde me enrosco muerta de frío al lado de una lumbre que allí misma tienen encendida… ¿Tésalo? ¿Eres tú? ¿José Manuel? ¿Manuel? ¿Juan Carlos???????? Y alguno más que no distingo bien o no lo conozco.
_ ¿Pero vosotros también…?
Y ahí hay uno que destaca más que otros por su voz tronadora. ¡Es Gustavo!!!!!!!!!
_Me cago en rusias, hostia Mar, pero qué collons hace una chica como tú en un lugar como éste.
Me quedo perpleja pues me lo tomo como una bronca y estoy a punto de explicarle que oye que a mí me ha traído Alfredo en un mini alado y que Mónica nos señalaba el camino y ya me dirás que haces tú vestido de vaquero en mi sueño y … se pone a reír a diente partido, diciéndome que es una broma y que no se hable más que pa su casa que cago en rusias hace un frío de las mil leches… Por suerte la lumbre en casa está encendida y él que es gran cocinero ya me había preparado unas sopas de pan exquisitas. Me cambio con la ropa de su santo papi y me pongo a comer; él se ausenta… Como tarda tanto salgo afuera a ver si lo veo y ¡coño! Veo un culo al aire* y…
_Mar quieres meterte pa dentro que ya voy y dejarme tranquilo que esto es sagrao… ¿O es que tú no…? Anda, anda, que con lo fina que eres te me vas a resfriar, princesa.
Me da un ataque de risa y me meto pa dentro y me duermo en una cama perfecta mientras la Iaia, sí, sí, Luna, hace calceta a mi lado y me canta, que me sabe a gloria bendita, “ Noche de paz”… Me pregunto qué hacen las fotos de papá, mamá y mi hermano en las paredes de esa habitación… ¡Ay, mami! ¿Has visto qué gente más adorable?
Llevo durmiendo en casa de Gus no sé cuánto tiempo y llega Gus ajustándose el cinturón y diciendo “No se cante más, güela, nos vamos. Y usted se viene. Y tú, papi, también. Y, hala, andando que es gerundio y ya son las once y media”. Y yo callandito y riéndome por lo bajini los sigo a todos.a saber dónde me llevan... que yo sigo sin tenerlo claro. Pero Gus dirige y lo hace de maravilla y yo lo sigo tranquila y contenta.
Ya estamos de camino a ¿un establo? y aquí y allí nos encontramos con más gente: Medea, Ceci, Teresa, Mª José, Mercedes. Yo no doy abasto saludando y ellos devolviéndome el saludo y haciéndome gracias. Y Gus venga a presentarme a otros que aún no conozco. Y llegamos, allí a la puerta del establo ydonde me encuentro con mis queridas Natàlia y Celia. Celia anda un poco escandalizada pues Natàlia ha traído como presente tabaco.
_Pero mujer, cómo le traes esto al niño!
_No, si es para el padre, Pepe, que me cae muy bien. Para el niño le he traído estos esquís…
_¡Ah! Ya decía yo…_ y se dirige a mí tan pronto como me ve, con su voz dulce a rabiar y su cantarín asturiano que me devuelve a mi otro mar y a mi familia_ ¡Mar, guapina!
Celia me ve y me abraza y requeteabraza y yo me hundo en ella y en su voz.
_Celia, ¿tú sabes qué hacemos aquí?
_Pero Mar, ¿aún no te has enterado? ¡Es Nochebuena! Celebramos el nacimiento del Niño, celebramos que…
_¡Ah! Entonces es ¿VERDAD???
_Mar, amiguina, ¿pero tú qué crees? ¿tú qué quieres creer?
Me voy acercando, y me toca el turno de ofrecer mi presente. Voy detrás de Medea que le lleva miel y mazapanes hechos por ella y un montón de cosas para el Niño… me estreso pues no llevo nada y ella va cargadita… pero qué le voy a dar yo, madre mía…
_ Busca en los bolsillos Mar_ ¡es Susus!_, seguro que llevas alguna caracola. Acuérdate que en la otra vida fuiste sirena, como yo… Yo le llevo caracolas; a los niños les encantan.
Y sí. ¡Es una caracola pequeñita preciosa! Seguro que le gustara. Se la doy al padre para que se la guarde hasta que tenga edad y… ese padre, ese padre, es que... se parece muchísimo a Pepe, el de Córdoba y esa madre… ese acento... ¿uruguayo? Se parece muchísimo a Cas… ¡Qué sensación de vértigo! Me está dando un mareo… No puede ser; sólo falta que el Niño Jesús tenga cara de niña… A ver... ¡Pero si es una niña!!!! Esos ojos… ¿dónde he visto yo esos ojos? A ver… Y cojo a la Niña en brazos, pues Cas me deja encantada, y la elevo y su ojo izquierdo la delata. Es Mar, la otra Mar, que se pone a llorar con todos sus sentimientos.
Y así se terminó el sueño pues mi perra Nuca me sacó de él de un lametazo. Y yo os lo dejo tal y como lo recuerdo que seguro que me olvido de muchas cosas, pues ya se sabe que los sueños nunca se recuerdan enteros. Así que si algún juevero no halla en el texto su nombre, que no se preocupe. Segurísimo que soñé con él, pues ni os podéis imaginar la cantidad de pastores y de angelitos que rodeaban el pesebre. Hay sueños que te dejan un dulzor en la boca para todo el día. Y este lo hizo. Yo sigo saboreándolo ahora. Besos y abrazos a todos y todas mis amigos jueveros.
Os deseo a todos un 2011 lleno de SALUD, PAZ Y AMOR, deseo que yo sé que compartimos todos, que eso es lo que nos une.
* Para los que no lo sepáis la cultura catalana es super escatológica, tanto que la tradición manda que en todos los pesebres se coloque un "caganer", alguien defecando vaya (a veces puedo ser fina). la figura en cuestión enseña el culo. Y hoy en día en los mercados navideños, vemos figuras de caganer con la cara de personajes famosos: Messi, Guardiola Obama, Zapatero... Depende del año. Para nosotros jueveros, creo que el mejor caganer llevaba la voz de Gus. Piensa Gus, que es un honor. No te lo tomes mal.